En mi tesis de fin de carrera sobre “los zapatos de tacón” (esta carrera era en las medias), buscaba la explicación definitiva a si el uso de tacones es siempre favorecedor… Mi madre me ayudó a encontrar una respuesta muy acertada: “Lo que más favorece a una mujer es siempre su sonrisa”. Esta afirmación tan lógica me llevó a concluir que no siempre los zapatos de tacón ayudan a estar favorecida, pues si el dolor de pies o la incomodidad provocan una mueca antipática en el rostro, definitivamente es más atractivo llevar manoletinas. Claro que si encontramos unos tacones bonitos y “cómodos”, la figura y las piernas se verán estilizados.
Los zapatos altos favorecen en la medida en que nos suman seguridad y no nos la restan. Pero hay ocasiones en las que hasta nuestros tacones perfectos pueden resultarnos incómodos, por ejemplo el cóctel en el césped previo al convite de una boda o un paseo por una zona empedrada. Por eso estas tapas para tacones me parecen “el invento del siglo”, tanto para llevarlas en el bolso de fiesta como regalito original para repartir en una boda.
Pienso comprarme unas tapas “Llellé” para no sufrir más en los eternos aperitivos de pie y con tacones.
Espero que os gusten taanto como a mí. Chao!!