Reconozco que los labiales de larga duración (los de dos pasos) me han convencido. Me he pasado a este tipo de maquillaje por el color intenso y cubriente que deja en los labios y porque reduces el número de retoques a uno al día. Con las barras convencionales te aseguras tener que reponer el color cada una o dos horas, con las “Longwear” apenas cada 6 horas. Además podemos perfilar y conseguir unos labios bien definidos.
A pesar de todas sus virtudes, entre ellas no esta su fácil y cómoda aplicación. Al ser colores intensos y muy fijos , debemos asegurarnos que dibujamos bien el labio, porque cualquier defecto o equivocación al maquillarlo será difícil de arreglar.
Los labios deben estar perfectamente limpios, exfoliados y sin pellejitos. Para comenzar a maquillarlos, sacaremos el aplicador, limpiando un poco el exceso de producto en el borde del bote. Es importante que intentemos cubrir la boca sin tener que dar varias pasadas, así se quedará mejor adherido el color. Aplicamos el producto en el centro del labio, para que quede la mayor parte ahí. Desde este punto vamos deslizando hacia los laterales (pensando bien el recorrido que haremos para no tener que dar muchas pasadas) y hacia el borde del labio para definir bien el contorno. Por último debemos dejar la boca entre abierta y sin gesticular, durante unos 30 segundos, hasta que se seque. Después ya podemos utilizar el segundo paso, el bálsamo hidratante.
Hasta aquí llego hoy con los consejos sobre estos labiales que prometen durar horas y horas siempre y cuando los apliquemos bien.
Feliz Cyber Monday!!