Muy buenos días!!
Qué os parece el truqui de hoy?!! A mí me lo descubrió mi madre… El colorete es uno de esos productos que muere después de su dueña 😉 y de tanto uso, puede dejar de pigmentar como en sus comienzos. Lo que ocurre es que se va creando una película aceitosa porque la brocha lleva el rubor al rostro, pero también la grasa y las cremas de éste al colorete. Poco a poco parece que los pigmentos pierdan sus cualidades, pero todo es obra de este proceso que os he contado. Para arreglarlo podemos usar el capuchón de un boli, o el mango de una cuchara y raspar la capa más superficial. Mi madre me hizo la demostración y ya veis en la foto lo bien que quedó su colorete antiguo.
Qué tengáis un miércoles rico, delicioso y requete bueno!! Agur!!
Soy maestra de Primaria en una escuela sevillana.
Además realicé el máster de maquillaje del Teatro Quintero, con Juan Pedro Hernández Revenga, y el maquillaje es mi gran pasión.