Mis queridas amigas,
Hay pocas cosas que den más “rabia” que un sábado lluvioso… aunque unas manoletinas que aprietan y comprimen el pie tampoco resulta bonito… Cómo no podemos hacer nada en las cuestiones meteorológicas, pongámosle remedio al tema de las merceditas.
El truqui es bien sencillo pero eficaz (si no funciona a la primera, vuelve a repetir la maniobra). Colócate unos calcetines gruesos y mete los pies en los zapatos. Con un secador (de aire caliente) apunta a las áreas más ajustadas. Aprovecha para hacer ejercicio con los dedillos, y esto también ayudará a ceder la piel del calzado. Después de unos minutos con el calor moldeante, apaga el secador y espera a que el zapato se enfríe con tu pie dentro. Si limpias y das crema a las manoletinas también influirá en la flexibilidad del cuero.
Buen sábado preciosas. Disfrutad del día y reponed fuerzas!! Un besazo.