La ultima idea que os proponía para airear los pinceles mojados tras su lavado quincenal era ponerlas tumbadas sobre un papel absorbente.
Pero no me digáis que no es cómoda y buena esta idea de cómo secar las brochas. Es cierto que es algo más engorrosa pues requiere de unas pinzas de la ropa, un vaso, un cartón o corcho y unos alfileres. También es verdad que de esta manera se secan por igual por todas las zonas y con el pelo hacia abajo.
“Cada maestrillo tiene su truquillo” y este os lo dejo para qué lo probéis un día de estos, un día en que decidáis que las brochas ya tienen demasiados colores y que queréis volver a saber de que tono os maquilláis los ojos.
Feliz día maestrillas!!