Ya esta aquí el weekend!! Guachiiii!!! Y como ayer os adelantaba hoy os explico de manera muy sencilla como debemos utilizar el iluminador y el corrector para conseguir resaltar o contornear las zonas que en particular, cada una necesita. Aunque como veis en el dibujo que he hecho no acabo de dominar los programas de diseño, espero que os sirva como referencia.
El iluminador, sólo debe ser un tono más claro que el de nuestra piel, y con él conseguimos resaltar y enfatizar las zonas donde lo aplicamos. Por ejemplo si lo que deseamos es marcar el pómulo, con el iluminador obtenemos el efecto óptico de que tienen más volumen. Lo mismo pasa al aplicarlo en el contorno de los labios o en el arco de la ceja.
Con el corrector oscuro, conseguimos el resultado contrario: hundir, quitar volumen y dejar la zona oscurecida en un segundo plano. De esta forma, si aplicamos un poco de corrector oscuro bajo los pómulos, hundiremos esta zona y se verá la cara más angulosa.
Es tan sencillo como saber qué necesitamos destacar y qué no. En una frente ancha obviaremos el iluminador o en un rostro alargado no pondremos corrector oscuro en la zona maxilar. Para que el efecto sea más natural, prefiero utilizar tonos mates.
Espero qué os sirvan estos consejos y trucos para estar AÚN más guapas!! Feliz viernes!! Un besooooooo