El domingo llega cargado de ambiente otoñal. Y como dice mi hija Julia, “los domingos no hay tiendas”! Eso significa que debemos estrujarnos el coco para buscar un plan apetecible que no pase por mirar escaparates… Lo que ocurre es que los días de lluvia aún se complica más conseguir salir a pasear con carritos y paraguas. De momento, mi día comienza de maravilla: desayuno con diamantes (3: Ana, Blanca y Pilu) y con churros ;).
Muchas, muchísimas, sino todas las que hoy leéis esto, hemos caído en este error tan común al aplicar los polvos de sol: tras maquillarnos el rostro, le damos un toque bronceado pasando la brocha de polvos de sol por el rostro y el cuello. Pues muuuuucho cuidado!! Siempre que apliquemos polvos en el cuello y escote debemos hidratar bien la piel previamente. Los polvos resecan la piel por eso es importante que esté humedecida. Además la función de los polvos es, entre otras, fijar, si no hay nada que sellar se “caerán” pronto.
La piel del cuello es delicada y seca, por lo que debemos cuidarla mucho para prevenir futuras arrugas y pliegues.
Qué terminéis el finde con una sonrisa bien grande de satisfacción “por el descanso bien hecho”!! Muak!