El ritual o rutina de belleza que tenemos perfectamente cronometrado antes de poder poner los pies en la calle define la importancia que le damos a nuestra imagen. ¿Cuántos minutos dedicamos a arreglarnos? ¿A asearnos, vestirnos, peinarnos o maquillarnos?
Unos minutos de sueño más valen oro y todas intentamos apurar hasta el último segundo en que suena el despertador…
Uno de los pasos que he cambiado de mi rutina de aseo matinal es “lavarme la cara”, ya no lo hago con agua del grifo, sino que ahora sólo rocío con el spray de agua termal y espero unos segundos antes de secarme el rostro.
Reconozco que no terminaba de encontrarle uso al agua termal, pues como desmaquillante no es nada eficaz. Sin embargo utilizar un aerosol con agua mineralizada al levantarte en la cara es una sensación muy reparadora y refrescante que deja la piel calmada . Además el maquillaje se adhiere mejor después de secar a toques la cara aún mojada del agua termal.
El mejor formato para aplicar el agua termal es con pulverizador pues gastamos muy poca cantidad llegando a todas las zonas del rostro. A mí me resulta mucho más agradable que meter la cara debajo del grifo del baño.
Buena jornada a todas! Feliz martes coquetas!