Ya es jueves!!
Y no sé vosotras, pero a mí este comienzo de otoño me está dejando algo flojita, aunque creo que las fiestas de pijama nocturnas de Rafalete también tienen algo que ver… Para mantenerse activa y con fuerzas un café es una solución inmediata que viene muy bien, pero mirando por nuestro cuerpo a largo plazo debemos cuidar lo que comemos y asegurarnos de que no le falta nada.
Repasando el abecedario vitamínico, hoy hago parón en la “D”, pues últimamente no paro de oír y leer sobre esta supervitamina. Ayuda a que los huesos puedan absorber el calcio y el magnesio. Además esta “bomba de salud” es capaz de actuar sobre el sistema inmunitario y el nervioso, por lo que se han relacionado los bajos niveles de esta vitamina con un aumento de algunas enfermedades graves.
Es importante comer alimentos ricos en “D” (pescados grasos, huevos, mantequilla...), también tomando el sol moderadamente (y no en las horas fuertes) podemos ayudar a nuestro organismo a asimilar esta vitamina. Hace algo más de un mes, le realicé una prueba de maquillaje a una madrina. Esta señora tenía una piel estupenda, pero al llegar el día de la boda tenía el cutis y el cuello mucho más hidratado y luminoso que el mes anterior (cuando realicé la prueba). Me comentó que había seguido durante una semana un tratamiento de ampollas de vitamina D, que se aplicaba en el rostro por la mañana y por la noche. Realmente se notaba muchísimo el efecto. La piel con la edad pierde elasticidad, y aplicar de vez en cuando ampollas de tratamiento como estas pueden ayudar a que el rostro se vea más luminoso y terso.
Me despido hasta mañana…que será viernes!!!