Para alguien tan catastrofista como yo, que oye un portazo y lo primero q se le viene a la cabeza es un disparo, escucha un petardo y piensa en un atentado, tener una jabonera con ventosas en el baño, era una verdadera pesadilla 🙁 En mitad de la noche, cuando soñaba con paseos por centros comerciales cargadita de bolsas a lo Pretty Woman… una horrible bomba me saca de mi fantasía consumista. Me despierto de un susto horrible y me levanto a buscar donde cayó el explosivo… Otras creo que es una de las estanterías que se cayó encima de la cuna de Rafalete!!! Imaginaos… Acabé por poner en el suelo de la ducha la canastilla con los geles para evitar más infartos nocturnos (no sé a que se dedican mis jabones mientras duermo pero siempre se caen de noche).
Mi vida ha cambiado desde que compré esta jabonera con doble estante que se cuelga como una percha de los grifos de la ducha. No me he vuelto a despertar angustiada rezando por sobrevivir a los marcianos que llegaron para conquistarnos (Esta es otra de mis recurrentes pesadillas). No tengo nada contra los extraterrestres, pero reconozco que me asusta pensar en seres raritos y verdes que comen por la nariz .
Hasta aquí mis delirios provocados por los trastornos nocturnos y la falta de sueño que me provocaban mi jabonera (ya no 😉 ) y mi pequeño monstruo llorón.
Mil besos de amor y ternura para las terrícolas más bonitas y coquetas!!