Fátima me recomendó que probará uno de estos botes de “quitaesmalte instantáneo”, porque le había gustado mucho. Le hice caso, lo compré de marca blanca en el súper y le agradecí el consejo. Creo que todas las que ahorramos haciéndonos la manicura en casa, deberíamos tener uno de estos “botes mágicos” en el neceser.
Muchas veces me había topado con este producto en la estantería de la perfumería, pero pensaba que una esponja empapada en quitaesmalte no era ninguna revelación… Y sí que lo es!!!!! Todas nos hemos hecho un estropicio en una uña en mitad de nuestra sesión de manicura y nos hemos visto haciendo peripecias con un algodón empapado en acetona para intentar borrar la uña estropeada sin tocar a las otras. Otra opción era pedirle a nuestro maromo que nos hiciera el favor de limpiarla para evitar tener que empezar de nuevo… Con sólo meter un dedito dentro del bote durante un par de segundos, la laca desaparece, sin que el resto de uñas corran ningún riesgo.
También he de deciros que pensé que con este invento todo estaba solucionado y me lo llevé de vacaciones, dejando en casa el líquido con acetona y los algodoncitos… Qué desastre organicé al intentar desmaquillame las uñas de los pies!! Todo tipo de posturas acrobáticas y casi me arranco los mini-dedos intentando que llegaran a la esponja del bote…
Definitivamente es un producto comodísimo para las manos, pero muy ridículo para intentarlo en la pedicura 😉 .
Me despido con muchos besos y muchas ganas de viernes!!