Cuántas no hemos tenido la duda de dónde y cómo se debe usar el iluminador (ya sea en formato fluido o en polvos compactos). El iluminador no es un ni un corrector de ojeras, ni un producto milagroso que oculta los granitos, ni una base de maquillaje. Se trata de un producto que contiene partículas que atraen a la luz, de manera que la piel se ve mucho más luminosa y llena de vida. Puede potenciar los rasgos y resultar favorecedor pero también podemos destrozar un maquillaje si no lo aplicamos correctamente .El iluminador tiene la función de dar luz y destacar aquellas zonas donde lo aplicamos, por lo que está prohibido como decía poner iluminador en ojeras o “defectos” del rostro como una nariz aguileña, una frente grande o una barbilla muy pronunciada.
Podéis aplicar el iluminador en el exterior del lagrimal y un par de toquecitos en cada sien.
La zona esencial es el arco de la ceja porque ayuda a ampliar la mirada e incluso provoca el efecto visual de levantar el párpado.
También aplicando un toque en el centro de la frente, aporta luz general a la cara y dar un golpe de iluminador en la parte más elevada de los pómulos servirá para destacar y dar volumen a esta zona.
Un poco de iluminador en cada aleta de la nariz, ayudará a alisar y difuminar las sombras y un toque en la barbilla definirá el contorno del óvalo.
Si el miércoles viene con buena cara pues le sonreímos y si viene enfadado, le plantamos dos besos y seguro que mejora su expresión
Soy maestra de Primaria en una escuela sevillana.
Además realicé el máster de maquillaje del Teatro Quintero, con Juan Pedro Hernández Revenga, y el maquillaje es mi gran pasión.