Este fin de semana almorzamos en una pizzería y las porciones eran enormes y pedimos que nos pusieran lo que sobró para llevar. Había visto una idea en uno de estos correos masivos de “curiosidades practicas”: meter un vaso de agua en el micro con la pizza que recalentamos. Esto hace que no se quede mustia y viscosa. El truqui no hace milagros, pero si que notamos que estaba más crujiente y fresca. No cuesta nada y para nosotros, que somos expertos en recalentar comida “basura” del fin de semana, ha sido un descubrimiento.
Seguro que pronto lo probáis 😉 Cien mil besos de vuestra amiga.