Muchachas!!
Llegamos al miércoles sanas y salvas!! Y para darle fuerza al día voy a contaros un truco que seguro que pondréis en práctica.
¿Cuándo damos por terminado un rímel? Nuncaaaaa!!! Lo usamos hasta el infinito, aunque casi no aplique producto y el cepillo este lleno de grumos. Pero una máscara de pestañas reseca sólo nos servirá para llenarnos de polvillo negro el contorno de los ojos.
En octubre compartí con vosotras una forma de recuperar la máscara de pestañas reseca (aquí os dejo el enlace), pero hoy os doy otra idea muy sencilla que he probado últimamente. Sólo tenéis que meter el cepillo aplicador en agua muy muy caliente (bajo el grifo o en un vaso). En unos segundos veréis como los grumos se desprenden y el cepillo queda completamente limpio. Introducid enseguida el aplicador en el envase (para aprovechar el calor) y removedlo dentro. El vapor del agua hará que el producto quede más fluido.
Besos amorosos de oso cariñoso!! 😉