Si sois de las que tras pintaros los labios restregáis el de arriba con el de abajo para fijar el labial, os advierto que esa es una costumbre muy perjudicial para vuestros carmín 😉 … Veréis, cuando fruncimos los labios desdibujamos el marcado (o delineado) que hemos hecho con la barra y queda menos definido el contorno.
Por eso os recomiendo que os paséis al papel y que cambiéis ese “gesto” por un trocito de papel higiénico: atrapándolo entre los labios, el exceso de carmín quedará en el papel sin estropear los bordes y el delineado.
Este consejo os lo da una que aún le cuesta no mover los morritos recién pintados.
Hasta mañana princesas!!